Caracas, 11 de junio de 2015
Máxima de Seguridad 26 de julio
Esta
fecha refiere el asalto de un tal Cuartel Moncada por Fidel Castro y su
pandilla de socialistas en Cuba, inaugurando así oficialmente la larga lista de
asesinatos y todo tipo de crímenes que, bajo la pata inmunda del socialismo,
los pobres habitantes de esta isla prisión han tenido que soportar a lo largo
de estos sesenta años. En efecto estos terroristas, que ahora llaman con el
eufemismo de luchadores sociales o humanistas o progresistas atacaron sin ton
ni son este cuartel matando a diestra y siniestra a los que allí estaban, pero
esa es otra historia.
Esta
fecha es el pomposo nombre que le dieron al nuevo penal de San Juan de Los
Morros, según me dicen, una expropiación (otro eufemismo por robar) a los
galpones de una red de supermercados, transformándolo así en un penal, que
según el régimen es el último grito en materia de derechos humanos.
Tiene
una pared perimetral de unos seis metros de alto, adentro están los galpones,
pasas el perímetro y se ve bien, vista privilegiada de los Morros de la Ciudad
(una maravilla natural, por cierto), aéreas amplias, corre el viento, soleado,
todo nuevo y bien construido (se ve la mano de la empresa privada) tiene
algunos detalles como un barrial que se forma en la entrada cuando llueve, pero
nada que no se pueda arreglar con facilidad. Entramos en el galpón y allí
comienza lo feo.
Adentro
no hay una sola ventana hacia afuera, no entra luz de sol, la iluminación es a
través de unos focos en el techo del galpón, lo que deja todo en una perpetua
semi penumbra, la prisión en sí es una especie de bunker dentro del galpón a lo
largo y ancho de este, distribuido en celdas, cuyo techo es una parrilla tipo
alcantarilla, donde caminan los custodios que vigilan a los presos, dentro de
este bunker viven y conviven los reos. La sensación que tuve estando ahí, entre
la penumbra, que no corre el aire, el techo en forma de alcantarilla y viendo
la suela de los zapatos de los guardias cuando pasaban, fue de estar dentro de
una alcantarilla.
Estas
condiciones de vida ya de por si duras no le parecen suficientes al régimen, pues me mandaron a una tal área de reflexión
(otro eufemismo por celdas de castigo) donde mantienen a Vasco como lugar fijo
de reclusión. Cual si fuera otro Anibal Lecter, lo tienen metido en un pabellón
dentro de una celda 3x4 y ahí pasa permanentemente sin salir día y noche, nunca
ve la luz del sol, tiene una sorprendente prohibición absoluta de comunicarse
con los otros presos y si algún preso habla con él se arriesga a ser castigado.
No le
dan agua potable, tiene que tomar el agua directo del tubo en el que se baña y
si este no tiene agua, lo tiene que hacer del chorrito de la letrina, pues la
sed lo abrasa, sólo le ponen el agua unos pocos minutos dos veces al día, no le
dan sus medicinas a pesar de que se las llevamos (dicen que no las necesita), como el agua no es potable tiene un desarreglo
intestinal permanente, la comida es mala y poca, esta pálido por no tomar sol y ha rebajado
unos 30 kilos, en fin, unas condiciones de vida extra duras dentro de lo duro
de la prisión.
Pero
tiene que ser así, para que Venezuela y el Mundo sepan que ese cuento del
régimen de respeto a los derechos humanos es eso, un cuento. Esta revolución no
tiene moral para criticar a algún país sobre derechos humanos y muchos menos
para decir que aquí se respetan, la prueba de eso son los más de 70 presos
políticos que están en iguales condiciones que Vasco. Si el Mundo no nos cree,
vengan para que vean.
Vasco
Da Costa y los demás 78 presos políticos, más lo heroicos huelguistas de hambre
de aquí y alrededor del Mundo transformaron las lúgubres cárceles venezolanas
en faros luminosos que nos guiarán a la libertad.
El Movimiento
Nacionalista MN con Vasco Da Costa y el general Baduel a la cabeza, seguirá
luchando de forma pacífica, democrática y eficiente por liberar a los Presos
políticos y a Venezuela.
Que Nuestra
Señora Acies Ordinata Patrona del Nacionalismo nos proteja de esta secta de
fanáticos socialistas, que mienten descaradamente y son los mayores generadores
de crímenes, pobreza e injusticias conocidos en Venezuela.
Por
cierto, cuando el régimen habla de los 43 muertos frutos de la protesta de la
derecha, se les olvida aclarar que los muertos los pusieron los que protestaban
y la represión la pusieron ellos.
Tiago
Da Costa
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