CUANDO LAS IDEAS NO SE PUEDEN APRESAR

Caracas, 10 de septiembre de 2014

CUANDO LAS IDEAS NO SE PUEDEN APRESAR

Hoy miércoles es día de visita en el comando de captura del CICPC que queda en el Rosal. Después de dos largas horas de espera para entrar,  pudimos ver durante cinco minutos a mi hermano Vasco Da Costa, que se encuentra allí detenido bajo una falsa acusación de terrorismo.

Mientras esperábamos vinieron a mi mente muchos pensamientos y me pude dar cuenta que la Revolución Bolivariana quiere convertir a Venezuela en una gran cárcel donde todos estemos sometidos y no digamos lo que pensamos, sino que sólo ejecutemos lo que ellos quieren que hagamos.

¿Será que ellos creen que poniéndonos en prisión  y maltratándonos de esta manera dejaremos de pensar como pensamos o que callaremos lo que sabemos que es la verdad y que aceptaremos que lo malo es bueno y que lo inmoral es decente?

Ilusa revolución de mendigos que no saben lo que significa la palabra convicción. Ilusa Revolución de corruptos que sólo se mueven por dinero y que no saben lo que significa ser fieles a los principios. Ilusa Revolución de ignorantes que no saben lo que significa la lealtad.

Mientras más nos persigan, más lucharemos; mientras más nos pongan presos, más libres seremos. Nuestra libertad radica en nuestras ideas, que son la expresión del espíritu y las que nos asemejan a Dios. Aunque nos detengan nunca estaremos realmente presos, porque nunca nos callaremos y aunque nuestros cuerpos estén en prisión, nuestras ideas están en la calle y son libres y libres nuestros espíritus, porque las ideas no se pueden apresar.   

Está  escrito que Dios es la palabra, el que sigue la palabra sigue la Verdad y el que sigue la Verdad siempre será libre. Aunque la Revolución Bolivariana grite sus mentiras socialistas y traten de tapar la luz de la verdad con el manto de la persecución, ella siempre brillará.

El heroísmo no es la ausencia del miedo, es hacer lo que se debe a pesar del miedo. El Movimiento Nacionalista con Vasco Da Costa y el General Baduel a la cabeza y su propuesta constituyente son un intento heroico de defender a Venezuela de la perversa retórica socialista. 

Ana María Da Costa