Mi hermano Vasco Da Costa está preso en la División de Capturas del CICPC por “pensar” y junto con el sus compañeros de lucha ideológica José Luis Santamaría y Efraín Ortega, en el mismo caso lo vinculan a una muchacha que él no conoce de nombre Amarinta Gonzales que fue salvajemente torturada para que acusara a mi hermano.
Vasco por “pensar”, no como los miembros del alto gobierno, que no piensa sino que actúan como lo que son, criminales, ya sufrió secuestro y tortura por la DISIP de Rodríguez Torres y luego fue trasladado a la cárcel militar de Ramo Verde siendo un civil, hace ya unos años dentro de este drama de la asquerosa revolución chavista.
En esta oportunidad Rodríguez Torres vuelve a secuestrar a mi hermano, esta vez usa al CICPC como instrumento para satisfacer la locura de este régimen encerrándolo con criminales, Vasco y sus compañeros se encuentran en calabozos comunes con criminales de todo tipo y en esas condiciones sufren el destino de un país donde se persigue la protesta como se trata a un violador o un asesino.
Si bien en capturas de El Rosal parte de su personal tanto custodios como directores intentan hacer lo posible para que ese recinto no sea un depósito de seres humanos, su capacidad es limitada ante la maldad que pretende Maduro y sus cómplices en contra de los que luchan por la Libertad, a Vasco y sus compañeros les suelen prohibir las visitas y se realizan salvajes requisas donde pierden hasta la comida, la cual hay que hacerles llegar a diario o simplemente pasan hambre, todo esto siguiendo “órdenes superiores”, ordenes impartidas por los verdaderos criminales, ordenes que solo nacen de mentes enfermas por la maldad y el comunismo, perdonen la redundancia ya que son sinónimos.
Esta semana está en Caracas la Patrona de Venezuela La Virgen de Coromoto, a la cual le imploramos justicia y justicia es la libertad de los que como mi hermano y los que aman a Venezuela merecen, y castigo para los que han entregado a nuestro país al inframundo del comunismo.
La lucha por la libertad no sera apagada y la llevare mucho más allá de mis oraciones, no saben lo que es amar a un hermano, no saben lo que es el sentimiento de una familia, ellos pretenden destruir todo eso y más y no lo vamos a permitir…
Ana María Da Costa.
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